1. Nutrición mejorada:
Las comidas escolares brindan a los niños acceso a alimentos nutritivos, a menudo enriquecidos con micronutrientes esenciales como hierro, vitamina A y zinc, que son fundamentales para el crecimiento y el desarrollo. Al garantizar que los niños reciban estos nutrientes esenciales, las comidas escolares ayudan a prevenir deficiencias nutricionales y apoyan el desarrollo físico y cognitivo general.
2. Frecuencia regular de las comidas:
El retraso en el crecimiento se asocia a menudo con la desnutrición crónica, que puede ser el resultado de una ingesta irregular o insuficiente de alimentos. Las comidas escolares brindan a los niños un acceso regular y confiable a las comidas, asegurando que tengan la energía y los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse adecuadamente.
3. Educación y cambio de comportamiento:
Las comidas escolares también pueden servir como una oportunidad para educar a los niños y a sus familias sobre hábitos alimentarios y nutrición saludables. Al ofrecer comidas nutritivas e incorporar educación nutricional en el plan de estudios escolar, las escuelas pueden ayudar a promover conductas y actitudes positivas hacia una alimentación saludable, lo que puede tener beneficios a largo plazo más allá del entorno escolar.
4. Reducción del ausentismo:
El acceso a las comidas escolares puede reducir el ausentismo y el presentismo (asistir a la escuela pero con una participación reducida debido a enfermedad o hambre) causados por el hambre o las deficiencias nutricionales. Cuando los niños no tienen hambre ni están desnutridos, es más probable que asistan a la escuela con regularidad y participen activamente en actividades de aprendizaje, lo que contribuye al logro educativo general.
5. Desarrollo cognitivo mejorado:
Una buena nutrición es esencial para el desarrollo óptimo del cerebro. Las comidas escolares proporcionan a los niños los nutrientes que necesitan para desarrollar habilidades cognitivas, memoria y atención, que son cruciales para el aprendizaje y el rendimiento académico.
6. Bienestar social y emocional:
Las comidas escolares pueden crear un ambiente social positivo y fomentar un sentido de comunidad entre los estudiantes. Comer juntos puede ayudar a reducir los sentimientos de aislamiento y promover las interacciones sociales, contribuyendo al bienestar general y la salud mental.
7. Romper el ciclo de la pobreza:
El retraso del crecimiento se asocia a menudo con la pobreza y las desigualdades socioeconómicas. Al proporcionar comidas escolares nutritivas, los gobiernos y las organizaciones pueden ayudar a romper el ciclo de la pobreza garantizando que los niños de entornos desfavorecidos tengan acceso a una nutrición adecuada, lo que puede mejorar sus posibilidades de éxito en la escuela y más allá.
Es importante señalar que la eficacia de las comidas escolares para reducir el retraso del crecimiento depende de varios factores, incluida la calidad y el contenido nutricional de las comidas, la regularidad y accesibilidad del programa y la participación de la comunidad y las familias en la promoción de hábitos alimentarios saludables. Es necesario un enfoque integral que aborde múltiples causas subyacentes del retraso del crecimiento para lograr reducciones significativas y sostenidas en la prevalencia del retraso del crecimiento.