Un equipo de investigadores de la Universidad de Copenhague y la Universidad del Sur de Dinamarca se propusieron investigar los mecanismos moleculares detrás de los efectos protectores del ejercicio sobre la aptitud física en adultos mayores. El estudio se realizó con 120 hombres y mujeres sanos de entre 60 y 80 años que fueron asignados aleatoriamente a una intervención de ejercicio o a un grupo de control.
La intervención de ejercicio consistió en entrenamiento supervisado de ejercicios aeróbicos y de resistencia de intensidad moderada a alta tres veces por semana durante un período de 26 semanas. El grupo de control no participó en ningún entrenamiento físico.
Al final del estudio, los investigadores descubrieron que el grupo de ejercicio había mejorado significativamente su condición física, medida mediante varias pruebas de fuerza, resistencia y flexibilidad. El grupo de control, por otro lado, no mostró cambios significativos en su condición física.
Para conocer mejor los mecanismos moleculares que subyacen a los efectos protectores del ejercicio, los investigadores analizaron biopsias musculares de los participantes. Descubrieron que el entrenamiento físico aumentaba la expresión de varios genes implicados en el crecimiento, la reparación y el metabolismo de los músculos. Además, el entrenamiento físico redujo la expresión de genes asociados con la inflamación y el envejecimiento.
Estos hallazgos sugieren que el ejercicio preserva la aptitud física durante el envejecimiento, al menos en parte, al aumentar la expresión de genes de desarrollo muscular y reducir la expresión de genes inflamatorios y relacionados con el envejecimiento. Se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos y determinar las vías moleculares específicas involucradas.