Un nuevo estudio ha descubierto que más de 500.000 estadounidenses viven a menos de 3 millas de las antorchas de gas natural, que se utilizan para quemar el exceso de gas en los sitios de producción de petróleo y gas. El estudio, publicado en la revista Environmental Health Perspectives, encontró que las personas que viven cerca de llamaradas tienen más probabilidades de experimentar una variedad de problemas de salud, incluidos asma, cáncer y problemas reproductivos.
Los autores del estudio analizaron datos de la Oficina del Censo de EE. UU. y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para identificar las ubicaciones de las quemas de gas natural y las poblaciones que viven cerca. Descubrieron que hay más de 20.000 llamaradas en Estados Unidos y que más de 500.000 personas viven a menos de 3 millas de al menos una llamarada.
Los investigadores también analizaron datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para examinar la salud de las personas que viven cerca de las llamaradas. Descubrieron que las personas que viven cerca de las llamaradas tienen más probabilidades de ser hospitalizadas por asma, cáncer y problemas reproductivos. Los investigadores también encontraron que las personas que viven cerca de las llamaradas tienen más probabilidades de tener bebés con bajo peso al nacer y de morir prematuramente.
Los autores del estudio dicen que sus hallazgos plantean preocupaciones sobre los riesgos para la salud de vivir cerca de quemas de gas natural. Piden más investigaciones para investigar los efectos de las llamaradas en la salud y políticas para reducir el número de crisis.
Las quemas de gas natural son una fuente importante de contaminación del aire y emiten una variedad de sustancias químicas nocivas, como benceno, formaldehído y sulfuro de hidrógeno. Estos químicos pueden causar una variedad de problemas de salud, incluidos asma, cáncer y problemas reproductivos.
Los autores del estudio dicen que sus hallazgos son particularmente preocupantes porque muestran que una gran cantidad de estadounidenses viven muy cerca de las quemas de gas natural. Piden más investigaciones para investigar los efectos de las llamaradas en la salud y políticas para reducir el número de crisis.
Una forma de reducir el número de quemas es utilizar el gas que se está quemando actualmente. Este gas podría usarse para generar electricidad, calentar hogares o impulsar vehículos. Otra forma de reducir el número de quemas es mejorar la eficiencia de la producción de petróleo y gas. Esto podría lograrse mediante el uso de nuevas tecnologías que reduzcan la cantidad de gas que se libera durante la producción.
Los autores del estudio dicen que sus hallazgos son un llamado a la acción. Piden a los responsables políticos que tomen medidas para reducir el número de llamaradas y proteger la salud de las personas que viven cerca de ellas.