1. Equilibrio entre vida personal y laboral: El derecho a desconectarse mejoraría el equilibrio entre la vida laboral y personal al establecer límites claros entre el trabajo y el tiempo personal. Los empleados tendrían la seguridad de poder desconectarse de la comunicación laboral fuera del horario laboral, reduciendo el estrés y promoviendo un estilo de vida más saludable.
2. Salud mental y bienestar: La conectividad constante y la expectativa de responder a los correos electrónicos y mensajes del trabajo después del horario laboral pueden provocar problemas de salud mental como agotamiento, ansiedad y falta de sueño. El derecho a desconectarse protegería el bienestar de los empleados al permitirles desconectarse mentalmente del trabajo y priorizar el tiempo personal.
3. Productividad y Eficiencia: Los estudios han demostrado que los empleados a los que se les permite desconectarse del trabajo experimentan una mejor productividad y eficiencia durante sus horas de trabajo designadas. Al reducir las distracciones y permitir que los empleados se recarguen por completo durante su tiempo libre, el derecho a desconectarse puede contribuir a una fuerza laboral más concentrada y productiva.
4. Compromiso y retención de empleados: Los empleados que se sienten respetados y apoyados por sus empleadores a la hora de mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal tienen más probabilidades de estar comprometidos y satisfechos con su trabajo. El derecho a desconectarse puede aumentar la moral y la lealtad de los empleados, contribuyendo a una mejor retención del talento y a una cultura laboral positiva.
5. Prevención del exceso de trabajo y el agotamiento: Sin el derecho a desconectarse, los empleados pueden sentirse obligados a trabajar más horas para mantenerse al día con las demandas de sus trabajos. Esto puede provocar exceso de trabajo, agotamiento e impactos negativos en la salud física y mental. Un derecho a desconectarse garantizaría que los empleados puedan establecer límites y evitar horas de trabajo excesivas.
6. Alinearse con las tendencias internacionales: Varios países, incluidos Francia, Alemania y España, ya han introducido leyes que establecen el derecho a desconectarse. Al adoptar medidas similares, Nueva Zelanda mostraría su compromiso con el bienestar de los empleados y se alinearía con los estándares internacionales de derechos laborales.
Implementar el derecho a desconectarse en la legislación laboral de Nueva Zelanda requeriría una cuidadosa consideración de los aspectos prácticos y las posibles consecuencias no deseadas. Sin embargo, tiene el potencial de mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal, proteger el bienestar de los empleados y fomentar un entorno laboral más sostenible y productivo.