Diehl comienza destacando el contexto histórico en el que surgió el concepto de generaciones. Explica que la idea de que cohortes generacionales compartan rasgos y experiencias distintas se originó a principios del siglo XX, cuando las sociedades atravesaban rápidas transformaciones sociales y económicas. Sin embargo, Diehl sostiene que en el mundo interconectado y globalizado de hoy, el cambio social ya no se limita a fronteras generacionales. Sostiene que la vida de las personas está determinada por una multitud de factores como el estatus socioeconómico, la educación, el origen étnico, el género y las variaciones regionales, más que simplemente por su fecha de nacimiento.
Diehl critica además la narrativa generacional tradicional, que a menudo se basa en estereotipos y generalizaciones excesivas. Señala que dentro de cada generación existe una diversidad considerable de valores, creencias y comportamientos. Esta diversidad socava la noción de una identidad generacional monolítica y oscurece las complejidades de las experiencias individuales. Diehl sostiene que centrarse en etiquetas generacionales puede conducir a explicaciones simplistas y engañosas de los fenómenos sociales y pasa por alto la influencia de otros factores sociales y estructurales.
Además, Diehl afirma que el marco generacional puede ser divisivo, fomentando una sensación de conflicto y competencia entre diferentes grupos de edad. Sostiene que el énfasis en las diferencias generacionales puede contribuir a las tensiones intergeneracionales y obstaculizar la cooperación y la solidaridad para abordar los desafíos sociales compartidos. En lugar de ver la sociedad a través del lente de las divisiones generacionales, Diehl propone un enfoque más inclusivo e individualizado que reconoce las experiencias y desafíos únicos que enfrentan los individuos a lo largo de su vida.
Diehl concluye abogando por un cambio en la investigación sociológica y el discurso público que se aleje de las etiquetas generacionales. Sugiere que los académicos y los responsables de la formulación de políticas deberían centrarse en las interacciones dinámicas entre la agencia individual, las estructuras sociales y los contextos históricos para comprender el cambio social y su impacto en la vida de las personas. Al ir más allá de los estereotipos generacionales y adoptar un enfoque más interseccional y matizado, Diehl cree que la sociología puede contribuir a una comprensión más profunda de los fenómenos sociales y promover una sociedad más inclusiva y equitativa.