Un nuevo estudio ha descubierto que la forma en que nuestros padres manejan el estrés puede tener un impacto significativo en cómo lo afrontamos como adultos. El estudio, publicado en la revista _Development and Psychopathology_, encontró que los niños que crecieron con padres que eran buenos manejando su propio estrés tenían más probabilidades de poder manejar el estrés de manera efectiva cuando fueran adultos.
En el estudio participaron más de 1.000 participantes a quienes se les preguntó sobre las habilidades de manejo del estrés de sus padres y sus propios mecanismos para afrontarlo. Los resultados mostraron que los niños que crecieron con padres que eran buenos manejando su estrés tenían más probabilidades de:
* Utilice mecanismos de afrontamiento positivos, como buscar apoyo social o participar en la resolución de problemas.
* Evitar mecanismos de afrontamiento negativos, como la evitación o el abuso de sustancias.
* Tener niveles más bajos de ansiedad y depresión.
Los investigadores creen que la forma en que nuestros padres manejan el estrés puede influir en nuestras propias habilidades de manejo del estrés a través de varios mecanismos. Por ejemplo, los niños que crecen con padres que son buenos manejando su estrés pueden aprender a regular sus propias emociones y afrontar situaciones difíciles. También pueden desarrollar una perspectiva más positiva de la vida y un mayor sentido de autoeficacia.
Los hallazgos del estudio sugieren que los padres desempeñan un papel fundamental a la hora de ayudar a sus hijos a desarrollar habilidades saludables para el manejo del estrés. Al modelar estrategias efectivas de manejo del estrés, los padres pueden ayudar a sus hijos a convertirse en adultos resilientes y capaces de manejar el estrés de manera saludable.
* Sea consciente de sus propios factores desencadenantes del estrés. ¿Qué situaciones o cosas te hacen sentir estresado? Una vez que sepa cuáles son sus factores desencadenantes, puede empezar a evitarlos o desarrollar estrategias para afrontarlos.
* Cuídate. Asegúrese de dormir lo suficiente, llevar una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad. Estas cosas pueden ayudar a mejorar su salud y bienestar general, lo que puede facilitar el manejo del estrés.
* Encuentre formas saludables de relajarse. Hay muchas formas diferentes de relajarse, como leer, escuchar música o pasar tiempo en la naturaleza. Encuentre lo que funcione para usted y tómese un tiempo para ello todos los días.
* Habla con alguien de confianza. Si se siente abrumado, hable con un amigo, familiar, terapeuta u otra persona de confianza. Hablar sobre su estrés puede ayudarle a sentirse mejor y desarrollar estrategias para afrontarlo.
* Busque ayuda profesional si es necesario. Si tiene dificultades para controlar su estrés por su cuenta, no dude en buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarle a identificar la raíz de su estrés y desarrollar mecanismos de afrontamiento.
Si sigue estos consejos, podrá ayudarse a sí mismo a controlar el estrés de forma saludable y dar un ejemplo positivo a sus hijos.