Investigadores de la Universidad de Cornell descubrieron que las personas que usaban efectivo tenían menos probabilidades de comprar alimentos no saludables, como bebidas azucaradas y papas fritas, en comparación con quienes usaban tarjetas de crédito o débito.
El estudio, que incluyó a más de 3.000 personas, encontró que los usuarios de efectivo tenían un 15% menos de probabilidades de comprar bebidas azucaradas y un 21% menos de probabilidades de comprar chips que los usuarios de tarjetas de crédito o débito.
Una posible explicación para esto es que las personas pueden ser más conscientes del dinero que gastan cuando usan efectivo que cuando usan tarjetas de crédito o débito.
Además, el uso de efectivo puede reducir la sensación de anonimato, lo que puede disuadir a las personas de realizar compras de alimentos no saludables.
Los resultados del estudio también sugieren que el uso de efectivo puede ayudar a las personas a mantener un peso corporal más saludable. Las personas que usaban efectivo tenían menos probabilidades de aumentar de peso con el tiempo que las que usaban tarjetas de crédito o débito.
En general, los resultados de este estudio sugieren que usar dinero en efectivo puede ser una estrategia útil para elegir alimentos más saludables y mejorar la salud en general.