La energía oscura es una forma teórica de energía que se cree que es responsable de la aceleración observada de la expansión del universo. Es uno de los fenómenos más misteriosos y menos comprendidos de la física y la cosmología modernas.
Se cree que la energía oscura constituye alrededor del 68% de la energía total del universo, siendo el 32% restante materia (incluidas las estrellas y galaxias visibles) y materia oscura.
La existencia de energía oscura se infiere de observaciones que muestran que la expansión del universo se está acelerando. Esta aceleración está provocando que las galaxias distantes se alejen de nosotros a un ritmo cada vez mayor y no puede explicarse únicamente por las fuerzas gravitacionales de la materia conocida y la materia oscura.
¿Podríamos aprovecharlo?
La posibilidad de aprovechar la energía oscura para aplicaciones prácticas es un tema de investigación y especulación en curso en física teórica. Sin embargo, es importante señalar que la energía oscura sigue siendo en gran medida teórica y que aún se desconocen muchos aspectos de su naturaleza y comportamiento.
Algunas propuestas teóricas sugieren que la energía oscura podría ser una fuente de presión negativa o una forma de energía del vacío. Si estas ideas son precisas, es concebible que la energía oscura pueda aprovecharse como fuente de energía. Sin embargo, cualquier aplicación de este tipo probablemente sería altamente especulativa y requeriría una comprensión profunda de las propiedades de la energía oscura y sus interacciones con la materia.
Actualmente, no se conoce ninguna tecnología ni medios prácticos para aprovechar o aprovechar la energía oscura. Serían necesarias importantes investigaciones científicas y avances en nuestra comprensión de la energía oscura antes de poder considerar cualquier aplicación práctica.