Sin embargo, existen formas indirectas en las que la Luna puede influir en la generación de electricidad en la Tierra. Uno de esos métodos es mediante la generación de energía mareomotriz. La atracción gravitacional de la Luna crea mareas en los océanos de la Tierra, que pueden aprovecharse para generar electricidad a través de plantas de energía mareomotriz. Las plantas de energía mareomotriz utilizan turbinas para convertir la energía de las mareas crecientes y bajistas en energía eléctrica.
Otra forma en que la luna puede contribuir potencialmente a la generación de electricidad es mediante el uso de sistemas de energía solar basados en la luna. Como la Luna no tiene atmósfera, no hay interferencias de nubes o partículas de polvo, lo que permite una exposición ininterrumpida a la luz solar. En teoría, los paneles solares colocados en la luna podrían generar electricidad que podría transmitirse a la Tierra mediante tecnologías de transmisión de energía inalámbrica. Sin embargo, este concepto permanece en el ámbito de la investigación teórica y aún no es una realidad práctica.
En general, si bien la Luna por sí misma no puede generar electricidad directamente, su influencia gravitacional sobre las mareas de la Tierra puede aprovecharse para generar electricidad mediante plantas de energía mareomotriz. Además, se están realizando investigaciones sobre el potencial de los sistemas de energía solar basados en la luna, pero estos conceptos aún se encuentran en las primeras etapas de desarrollo.