Inspeccionar una casa antes del cierre es muy parecido a probar un automóvil antes de comprarlo. Una inspección general de la vivienda, también conocida como "inspección física", lo ayuda a determinar si un hogar es el adecuado y tiene un buen valor. Inspeccione la casa de forma objetiva, teniendo en cuenta los defectos mayores y menores. Enumere los artículos que necesitan reparación, tanto de inmediato como en el futuro cercano, ya que esto le ayudará a calcular los costos y tomar decisiones informadas sobre el hogar. Además de tomar en cuenta los costos de las reparaciones, es posible que necesite contratar especialistas adicionales para inspeccionar más a fondo la casa.
Inspeccione los componentes estructurales
Las grietas, los espacios y las manchas de agua pueden indicar problemas estructurales costosos. La madera blanda o podrida puede indicar intrusión de agua. Los pisos hinchados, caídos o desiguales pueden significar problemas de cimentación o que los pisos necesitan ser reemplazados. La pintura agrietada y descascarada o el papel pintado manchado con agua pueden indicar restos de pintura antigua a base de plomo y daños causados por el agua. Las paredes abultadas, inclinadas y no niveladas pueden significar problemas estructurales serios. Revise el ático y los sótanos para verificar el aislamiento y la humedad. Los techos inclinados o con goteras, el material faltante del techo y las canaletas dañadas también indican un techo dañado o viejo, que puede requerir un especialista. No se suba a un techo o ingrese a espacios potencialmente peligrosos de la casa. Más bien, contrate a un contratista o especialista profesional si ve signos de daños en áreas accesibles o simplemente necesita ver más de cerca.
Pruebe los sistemas
Pruebe electricidad, plomería, calefacción, ventilación y sistemas de aire acondicionado, así como drenaje. Encienda varios aparatos para probar la capacidad de carga del sistema eléctrico de la casa. Aléjese de los cables sueltos y expuestos y llame a un electricista, ya que estos requieren un manejo y protección profesional. Descargue los inodoros y encienda los grifos para verificar si hay fugas en la plomería, presión de agua adecuada y desagües funcionales. Encienda el sistema HVAC para establecer que están funcionando y respondiendo con las temperaturas correctas. Opere las chimeneas para confirmar que el humo no fluya de regreso a la habitación. Verifique que las lamas de ventilación confirmen que todas las habitaciones tengan un flujo de aire adecuado. Asegúrese de que el hogar contenga la cantidad adecuada de detectores de humo, extintores y detectores de monóxido de carbono, que pueden variar según la jurisdicción.
Examine los accesorios
Abra las puertas, ventanas, armarios y estantes para ver si abren con facilidad. Un encuadre desigual puede indicar problemas de inclinación o cimentación. Examine las puertas para asegurarse de que se ajusten bien, lo que dificulta su apertura y cierre o su ajuste amplio, ya que permite que el aire y la luz entren por los lados innecesariamente. Verifique que todas las puertas y ventanas tengan un sellado adecuado. Confirme que todas las conexiones tengan manijas o perillas y que las cerraduras no estén rotas ni atascadas. Si la casa tiene un garaje - adjunto o separado - aplique los mismos principios de inspección, garantizando una ventilación adecuada, aberturas que funcionen y la solidez de la estructura.
Riesgos para la salud puntual
Confirme la clasificación apropiada, asegurando que el agua fluya lejos de la estructura, ya que el drenaje inadecuado puede causar problemas de salud importantes y daños a la propiedad. Busque moho y moho en paredes y pisos interiores y exteriores, ya que esto puede indicar filtración de agua y también causar problemas de salud. Las tiendas de artículos para el hogar llevan equipos de moho y hongos que le permiten determinar si las manchas y la decoloración suponen un peligro para la salud.