En un experimento electromagnético, la variable controlada suele ser la corriente que fluye a través del circuito. Esto se puede controlar ajustando la resistencia en el circuito o variando el voltaje aplicado al circuito. Manteniendo la corriente constante, se pueden medir y analizar otras variables, como la intensidad del campo magnético o la fuerza electromotriz inducida (EMF).