La electricidad estática es la acumulación de carga eléctrica en un objeto. Cuando se frotan dos objetos, los electrones pueden transferirse de un objeto a otro, creando una diferencia en la carga eléctrica. Esto puede hacer que los objetos se atraigan o se repelan entre sí. La electricidad estática se ve a menudo en la vida cotidiana, como cuando recibes una descarga eléctrica después de tocar el pomo de una puerta de metal o cuando se te ponen los pelos de punta después de quitarte un gorro de lana.