Los dos principales partidos políticos de Estados Unidos, los demócratas y los republicanos, tienen opiniones diferentes sobre el equilibrio adecuado entre poder político y eficacia de las políticas. Los demócratas generalmente apoyan más el uso de AT para causas progresistas, como la educación y la atención médica, mientras que los republicanos generalmente apoyan más su uso para causas conservadoras, como el ejército y la seguridad nacional. Esta diferencia de perspectiva se refleja en la forma en que las partes negocian la financiación de TA.
En los últimos años, el debate sobre la TA se ha vuelto cada vez más partidista. Esto se debe en parte a la creciente polarización de la política estadounidense. A medida que los partidos se vuelven más divididos, están menos dispuestos a ceder en materia de financiación de AT. Esto ha llevado a varios estancamientos en el Congreso, que han impedido que el gobierno financie AT en los niveles que recomiendan los expertos.
Es probable que la disputa sobre AT continúe en el futuro previsible. Los problemas subyacentes son complejos y no hay una solución fácil. Sin embargo, es importante recordar que el objetivo de la TA es promover el bien común. Los líderes políticos y los partidos deben trabajar juntos para garantizar que la TA se utilice efectiva y eficientemente para beneficiar a todos los estadounidenses.