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¿Cansado de hablar con una máquina cuando llama al banco oa la compañía eléctrica?
El gobierno de España quiere poner fin a esas conversaciones unilaterales que rompen los nervios con un servicio de contestador automático haciendo que sea obligatorio para las empresas ofrecer un trabajador de atención al cliente real, de carne y hueso, cuando así lo solicite una persona que llama.
Esa es una de una batería de medidas incluidas en un proyecto de ley de servicio al cliente presentado por el gobierno de coalición de izquierda de España el martes. El proyecto de ley necesitará la aprobación del Parlamento de España antes de que pueda convertirse en ley.
"La atención al cliente es una parte fundamental de nuestras relaciones con los consumidores que, lamentablemente y con demasiada frecuencia, provoca interminables quebraderos de cabeza a las familias españolas porque demasiadas empresas crean laberintos burocráticos para impedir que ejerzas tu derecho al servicio", ha dicho el ministro de Consumo, Alberto Garzón.
"Estas son dificultades que desafortunadamente desperdician una enorme cantidad de energía, tiempo y dinero".
El proyecto de ley también buscaría eliminar los largos tiempos de espera al obligar a las empresas a responder llamadas dentro de los tres minutos.
Los proveedores de servicios básicos, como servicios públicos, teléfono e Internet, deberán ofrecer atención al cliente las 24 horas del día, los 365 días del año. Todas las demás empresas deberán prestar atención al cliente durante el horario laboral. Todas las quejas de los clientes deberán responderse en un plazo de 15 días.
La ley se aplicará a todos los proveedores de servicios públicos independientemente de su tamaño y a todas las demás empresas con más de 250 trabajadores o cuyo negocio supere los 50 millones de euros (53 millones de dólares) al año.
Las multas por infringir la ley oscilarán entre 150 y 100 000 euros (entre 160 y 106 000 dólares).