Aunque parece ser un concepto extraño, muchas frutas son capaces de generar electricidad. Con los ácidos en estas frutas actuando como electrolitos, los metales colocados en la fruta pueden servir como electrodos, creando corriente eléctrica. Esta corriente es lo suficientemente baja como para no representar un peligro significativo, sin embargo, puede ser medida con seguridad por los estudiantes de escuela primaria. Medir y comparar los potenciales de voltaje de varias frutas es un experimento ideal de feria de ciencias para cualquier niño interesado en la magia de la energía.
Corte el alambre de cobre en longitudes de 3 pulgadas. Lije los extremos del alambre de cobre y la uña recubierta de zinc.
Inserte el alambre de cobre y clave en una pieza de fruta. El cable y la uña deben estar a una distancia mínima de 1 pulgada uno de otro.
Encienda el voltímetro. Conecte el cable rojo al cable de cobre y conecte el cable negro al clavo.
Escriba el voltaje que se muestra en el voltímetro. Repita el experimento con una fruta diferente y recopile los resultados de cada fruta en un gráfico.
Consejo
Forme una hipótesis antes de la prueba sobre qué fruta creará la mayor tensión. Considere intentar este experimento con otros artículos, como un vaso de jugo de naranja. Compare los voltajes de cada fruta con una batería estándar