1. Los materiales de partida:
* sodio (na): Un metal altamente reactivo que pierde fácilmente un electrón para convertirse en un ion cargado positivamente (Na+).
* cloro (cl): Un no metal altamente reactivo que gana fácilmente un electrón para convertirse en un ion cargado negativamente (Cl-).
2. La reacción:
El sodio y el cloro reaccionan vigorosamente cuando entran en contacto. El átomo de sodio pierde su electrón exterior, convirtiéndose en un ion de sodio cargado positivamente (Na+). El átomo de cloro gana este electrón, convirtiéndose en un ion cloruro cargado negativamente (Cl-).
3. Vinculación iónica:
Los iones cargados opuestos (Na+ y Cl-) se sienten atraídos entre sí debido a las fuerzas electrostáticas. Esta atracción forma un enlace iónico, creando un compuesto neutro llamado cloruro de sodio (NaCl).
4. Formación de la red de cristal:
Los iones de sodio y cloruro se organizan en una estructura tridimensional altamente ordenada conocida como red de cristal. Esta disposición asegura que los iones positivos y negativos se mantengan unidos por fuertes fuerzas electrostáticas.
5. El resultado:
El resultado de esta reacción es la formación de cristales de cloruro de sodio sólido, que comúnmente usamos como sal de mesa.
En resumen, el cloruro de sodio se forma a través de una reacción química donde los átomos de sodio pierden electrones y los átomos de cloro ganan electrones, lo que resulta en la formación de enlaces iónicos y una red de cristal estable.