He aquí por qué:
* Los átomos son los bloques de construcción: Toda la materia está compuesta de átomos.
* Los átomos se reorganizan, no se destruyen: En una reacción química, los átomos simplemente se reorganizan en diferentes combinaciones, formando nuevas moléculas. No se pierden ni se obtienen átomos en el proceso.
* La masa permanece constante: Dado que los mismos átomos están presentes antes y después de la reacción, la masa total del sistema permanece constante.
Ejemplo:
Considere la reacción de gas de hidrógeno (H₂) con gas oxígeno (O₂) para formar agua (H₂O):
2H₂ + O₂ → 2H₂O
* Reactantes: 2 moléculas de hidrógeno (2 h de h cada uno) y 1 molécula de oxígeno (2 átomos de O).
* Productos: 2 moléculas de agua (2 h átomos y 1 o átomo cada uno).
El número total de átomos de hidrógeno y oxígeno sigue siendo el mismo antes y después de la reacción. Por lo tanto, la masa total de los productos (agua) es igual a la masa total de los reactivos (hidrógeno y oxígeno).
Excepciones:
Si bien la ley de conservación de la masa es un principio fundamental, hay algunas situaciones en las que parece ser violada:
* Reacciones nucleares: En las reacciones nucleares, la materia se puede convertir en energía (como en la fisión o fusión nuclear).
* Sistemas abiertos: Si se produce una reacción en un sistema abierto donde la materia puede escapar (por ejemplo, los gases que se liberan), la masa medida de los productos puede parecer menor que los reactivos.
Sin embargo, en la mayoría de las reacciones químicas cotidianas, la ley de conservación de la masa es cierta, asegurando que la masa de los productos siempre sea igual a la masa de los reactivos.