Los silicatos son el grupo mineral más grande y abundante en la corteza terrestre. Se caracterizan por la presencia del tetraedro de silicio-oxígeno (SIO4) como el bloque de construcción fundamental. Este tetraedro consiste en un átomo de silicio rodeado por cuatro átomos de oxígeno. Estos tetraedros pueden unirse de varias maneras, formando diferentes estructuras de silicato y conduciendo a una amplia variedad de minerales de silicato con diferentes propiedades.