Sin embargo, es importante tener en cuenta que la salinidad del océano puede variar ligeramente dependiendo de la ubicación y los factores como:
* Evaporación: Las áreas con altas tasas de evaporación, como los trópicos, tienden a tener una mayor salinidad.
* Precipitación: Las áreas con altas precipitaciones tienen una salinidad más baja.
* Entrada de agua dulce: Los ríos y los glaciares derretidos contribuyen con agua dulce al océano, bajando la salinidad.
* corrientes oceánicas: Las corrientes pueden transportar agua con diferentes niveles de salinidad.
En general, la salinidad promedio del océano es notablemente estable, pero hay variaciones regionales.