Así es como sucede:
* Gases residuales: Muchas industrias y vehículos liberan gases residuales en la atmósfera. Estos gases incluyen dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOX) y dióxido de carbono (CO2).
* gotas de agua: Estos gases se disuelven en las gotas de agua presentes en la atmósfera, formando ácidos débiles.
* Lluvia ácida: Cuando estas gotas de agua ácida caen al suelo, se llama lluvia ácida.
La lluvia ácida puede tener impactos negativos significativos en el medio ambiente, incluyendo:
* Daño a los bosques y cultivos: La lluvia ácida puede dañar las hojas y las agujas, lo que hace que las plantas sean más susceptibles a enfermedades y plagas.
* Contaminación de lagos y ríos: La lluvia ácida puede acidificar cuerpos de agua, dañando a los peces y otras personas acuáticas.
* Corrosión de edificios e infraestructura: La lluvia ácida puede corroer estructuras de metal, edificios de piedra e incluso pintar.
Es importante reducir las emisiones de estos gases nocivos para prevenir la formación de la lluvia ácida y proteger nuestro medio ambiente.