1. Orbitales d parcialmente llenos: Los metales de transición tienen orbitales D parcialmente llenados. Estos orbitales son relativamente cercanos en energía a la banda de conducción (la banda de niveles de energía donde los electrones pueden mover y realizar electricidad libremente).
2. Superposición y deslocalización: Los orbitales D se superponen entre sí y con los orbitales S, formando una amplia banda de electrones delocalizados. Esto significa que los electrones no están bien vinculados a átomos individuales, sino que pueden moverse libremente a lo largo de la red de metal.
3. Movilidad de los electrones: Cuando se aplica un campo eléctrico, estos electrones delocalizados pueden moverse fácilmente a través del metal, transportando la corriente eléctrica. Esta alta movilidad de electrones contribuye a la alta conductividad de los metales de transición.
4. Vinculación metálica: La fuerte unión metálica en los metales de transición surge del intercambio de estos electrones delocalizados. Esta fuerte unión contribuye aún más a la alta conductividad al facilitar el movimiento de los electrones.
En resumen: Los orbitales D parcialmente llenos, electrones superpuestos y delocalizados, y una fuerte unión metálica hacen que los metales de transición excelentes directores de electricidad.
nota: La conductividad de los metales de transición puede variar según factores como la temperatura, las impurezas y el metal específico. Sin embargo, en general, se consideran buenos conductores.