1. recubrimientos protectores: Estos actúan como una barrera física entre el metal y el entorno corrosivo. Los ejemplos incluyen:
* pintura: Crea una película que sella el metal de la humedad y el oxígeno.
* barniz: Similar a la pintura, pero más delgada y a menudo se usa en la madera para evitar daños por humedad.
* galvanizing: Un recubrimiento de zinc aplicado al acero, que proporciona protección de sacrificio (el zinc corroe en lugar del acero).
* Anodizando: Un proceso electroquímico que crea una capa de óxido protectora sobre el aluminio, aumentando su resistencia a la corrosión.
2. Elementos de aleación: Agregar ciertos metales a otro metal puede aumentar significativamente su resistencia a la corrosión.
* Acero inoxidable: Contiene cromo, que forma una capa de óxido protectora en la superficie.
* latón: Una aleación de cobre y zinc, conocida por su resistencia a la corrosión en muchos entornos.
* Bronce: Una aleación de cobre y estaño, también conocida por su resistencia a la corrosión.
3. Protección catódica: Esto implica el uso de un ánodo de sacrificio, un metal que se corroe más fácilmente que el metal protegido. El ánodo de sacrificio actúa como un "imán" para la corrosión, alejándolo del metal protegido.
* Impresión de protección catódica actual: Se aplica una corriente eléctrica al metal protegido, lo que lo convierte en el cátodo en una celda electroquímica, evitando la corrosión.
* Sistemas de ánodo galvánico: Utiliza un metal como el magnesio o el zinc como ánodo de sacrificio, unido al metal protegido.
Nota importante: La efectividad de estos métodos depende del metal específico, el entorno corrosivo y la aplicación. Es esencial elegir el método apropiado de prevención de corrosión basado en las necesidades específicas de la situación.