1. Para lograr una configuración de electrones estable: Los átomos son más estables cuando se llena su carcasa de electrones más externa (carcasa de valencia). Al unirse con otros átomos, pueden ganar, perder o compartir electrones para lograr esta configuración estable, que se asemeja a los gases nobles. Esto a menudo se conoce como la "regla de octeto", donde los átomos apuntan a ocho electrones en su carcasa de valencia.
2. Para reducir su energía potencial: La unión libera energía, lo que hace que la molécula resultante sea más estable y menor en energía potencial en comparación con los átomos individuales no unidos. Esta liberación de energía es la fuerza impulsora detrás de la formación de enlaces.
3. Para lograr un equilibrio más favorable de fuerzas atractivas y repulsivas: Los átomos contienen núcleos cargados positivamente y electrones cargados negativamente. Cuando los átomos se acercan entre sí, existe un equilibrio entre las fuerzas atractivas (entre el núcleo de un átomo y los electrones del otro) y las fuerzas repulsivas (entre los núcleos de ambos átomos y entre los electrones de ambos átomos). La unión ocurre cuando las fuerzas atractivas superan a las fuerzas repulsivas, lo que lleva a una interacción neta atractiva.