1. Área de superficie: Una superficie más grande del soluto permite un mayor contacto con el solvente, lo que lleva a una disolución más rápida. Imagine disolver un cubo de azúcar versus azúcar granulada:el azúcar granulado se disuelve más rápido porque tiene más área de superficie expuesta al solvente.
2. Agitación: Avanzar o agitar la solución aumenta la velocidad de disolución. Esto se debe a que ayuda a poner en contacto con el solvente fresco con el soluto y también evita la formación de una capa saturada alrededor del soluto.
3. Temperatura: En general, aumentar la temperatura aumenta la tasa de disolución. Esto se debe a que las temperaturas más altas aumentan la energía cinética de las moléculas de soluto y solvente, lo que lleva a colisiones más frecuentes y energéticas. Esto, a su vez, rompe las partículas de soluto de manera más efectiva y acelera el proceso de disolución.