1. Los CFC se elevan a la estratosfera: Los CFC son muy estables y no reactivos a altitudes más bajas. Sin embargo, pueden subir a la estratosfera, donde están expuestos a altos niveles de radiación UV.
2. La radiación UV descompone CFC: La intensa radiación UV en la estratosfera descompone las moléculas de CFC, liberando átomos de cloro.
3. Los átomos de cloro catalizan la destrucción del ozono: Los átomos de cloro actúan como catalizadores, lo que significa que participan en una reacción pero no se consumen en el proceso. Así es como funciona:
* Paso 1: Un átomo de cloro (CL) reacciona con una molécula de ozono (O3) para formar una molécula de monóxido de cloro (CLO) y una molécula de oxígeno (O2).
* Paso 2: La molécula de CLO luego reacciona con un átomo de oxígeno (O) para formar otra molécula de oxígeno (O2) y regenerar el átomo de cloro (CL).
4. El ciclo se repite: El átomo de cloro es libre de repetir el ciclo, destruyendo muchas más moléculas de ozono. Un átomo de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono.
Consecuencias del agotamiento del ozono:
* aumentó la radiación UV: El agotamiento del ozono conduce a un mayor nivel de radiación dañina ultravioleta (UV) que alcanza la superficie de la Tierra. Esto puede causar cáncer de piel, cataratas y suprimir el sistema inmunitario.
* Daño a los ecosistemas: La radiación UV también puede dañar a las plantas y los animales, interrumpiendo los ecosistemas y causando disminuciones en las poblaciones.
Soluciones:
* Acuerdos internacionales: El Protocolo de Montreal, un tratado internacional firmado en 1987, ha sido fundamental para eliminar la producción y el uso de sustancias que agotan el ozono, incluidos los CFC.
* Alternativas: Se han desarrollado alternativas a los CFC, como Hydrofluorocarbons (HFC), y se utilizan en muchas aplicaciones. Sin embargo, los HFC son gases de efecto invernadero y contribuyen al cambio climático.
En resumen, los CFC contribuyen al agotamiento del ozono al liberar átomos de cloro en la estratosfera. Estos átomos de cloro actúan como catalizadores, destruyendo moléculas de ozono a través de una reacción cíclica. Este proceso tiene consecuencias significativas para la salud humana, los ecosistemas y el clima del planeta.