1. Más seguro para el personal:
* Toxicidad: El dióxido de carbono (CO2) es un gas incoloro e inodoro que puede desplazar el oxígeno y causar asfixia. El nitrógeno (N2) es un gas inerte que no desplaza el oxígeno y se considera no tóxico.
* congelación: El CO2 puede congelarse a bajas temperaturas, lo que representa un riesgo de congelación y daños en el equipo. El nitrógeno sigue siendo gaseoso a temperaturas de funcionamiento típicas.
2. Mejor rendimiento:
* Presión: El nitrógeno puede lograr presiones más altas que el CO2 en volúmenes de almacenamiento equivalentes, lo que se traduce en una descarga más potente y un mayor rango.
* Tasa de descarga: El nitrógeno permite tasas de descarga más rápidas, lo que lleva a una supresión más rápida de los incendios.
* Corrosión: El nitrógeno es menos corrosivo que el CO2, especialmente en presencia de humedad, lo que lo hace mejor para el almacenamiento a largo plazo en el sistema.
3. Consideraciones ambientales:
* Gas de efecto invernadero: El CO2 es un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático. El nitrógeno es un gas inerte con un impacto ambiental mínimo.
Resumen:
Si bien ambos gases pueden usarse como propulsores, el nitrógeno ofrece ventajas significativas en términos de seguridad para el personal, el rendimiento y el impacto ambiental. Estos factores hacen que el nitrógeno sea la opción preferida en los sistemas de lucha contra incendios DCP.