He aquí por qué:
* Los CFC son muy estables: No se descomponen fácilmente en la atmósfera inferior, lo que les permite alcanzar la estratosfera donde reside la capa de ozono.
* La radiación UV los descompone: Una vez en la estratosfera, la radiación ultravioleta del sol descompone los CFC, liberando átomos de cloro.
* El cloro destruye el ozono: Estos átomos de cloro actúan como catalizadores, destruyendo moléculas de ozono en una reacción en cadena. Un átomo de cloro puede destruir miles de moléculas de ozono.
Si bien los CFC se han eliminado en gran medida debido a acuerdos internacionales como el Protocolo de Montreal, permanecen en la atmósfera y continúan dañando la capa de ozono.