1. caucho: Este es el material más común para los componentes de suspensión no metálicos. Los bujes de goma, los montajes y los resortes se usan para aislar vibraciones y absorber el choque. Ofrecen buenas características de amortiguación, pero pueden ser susceptibles al desgaste con el tiempo, especialmente a temperaturas extremas.
2. poliuretano: Este material es más duradero que el caucho y ofrece una mejor resistencia a los aceites y productos químicos. Los bujes y monturas de poliuretano a menudo se encuentran en aplicaciones de rendimiento, donde proporcionan un manejo mejorado y un viaje más firme. Sin embargo, pueden ser menos indulgentes que el caucho en términos de amortiguadores y vibraciones absorbentes.
3. Materiales compuestos: Estos materiales combinan diferentes materiales, como fibra de vidrio, fibra de carbono o Kevlar, para crear componentes de suspensión livianos y fuertes. Si bien es menos común que el caucho y el poliuretano, los materiales compuestos ofrecen excelentes proporciones de resistencia a peso y pueden adaptarse a requisitos de rendimiento específicos.
Es importante tener en cuenta que estos materiales a menudo se usan en combinación entre sí. Por ejemplo, un sistema de suspensión puede usar bujes de goma, soportes de poliuretano y brazos de control compuesto. La combinación específica de materiales dependerá del uso previsto del vehículo y las características de rendimiento deseadas.