* El color es una propiedad de superficie: El color proviene de pigmentos o colorantes que reflejan ciertas longitudes de onda de luz. Estos no cambian inherentemente cómo reacciona un material al calor.
* Materiales de materiales: Una baldosa de cerámica blanca resistirá temperaturas mucho más altas que una bolsa de plástico negro, a pesar de que tienen colores opuestos. La composición del material dicta su resistencia al calor.
Aquí hay una mejor manera de pensarlo:
* Materiales resistentes a la calma alta: Materiales como cerámica, metales (especialmente ciertas aleaciones) y algunos tipos de vidrio pueden soportar temperaturas muy altas. Su color es menos importante que sus propiedades inherentes.
* recubrimientos resistentes al calor: Algunas pinturas y recubrimientos están diseñados para resistir altas temperaturas. Estos a menudo se aplican a materiales que ya están resistentes al calor, como el metal o la cerámica. Pueden ser blancos, negros o cualquier color, dependiendo de la aplicación específica.
En resumen:
No hay un "mejor" color para resistir el calor. El material en sí es el factor principal. Sin embargo, ciertos recubrimientos y pinturas se pueden usar para mejorar la resistencia al calor de un material, independientemente de su color.