1. Disolver la sal en agua. Esto se puede hacer agregando la sal al agua hirviendo y revolviendo hasta que se disuelva por completo.
2. Filtrar la solución. Esto eliminará las impurezas que puedan estar presentes en la sal, como arena o tierra.
3. Hervir la solución. Esto evaporará el agua y dejará la sal pura y seca.
Para obtener suelo puro y seco, se puede utilizar el siguiente método:
1. Recoge la tierra. Esto se puede hacer desenterrando una pequeña cantidad de tierra de un área libre de contaminación, como un bosque o un campo.
2. Seque la tierra. Esto se puede hacer extendiendo la tierra sobre una lona u otra superficie plana y dejándola secar al aire.
3. Tamizar la tierra. Esto eliminará las rocas grandes o los escombros del suelo.
4. Guarde la tierra en un recipiente hermético. Esto ayudará a mantener la tierra seca y libre de contaminación.