El sulfito de sodio no elimina el oxígeno. Actúa como antioxidante y eliminador de oxígeno, lo que significa que reacciona con el oxígeno para evitar que cause daños. Cuando se expone al oxígeno, el sulfito de sodio se oxida, se convierte en sulfato de sodio y libera dióxido de azufre gaseoso. El oxígeno se consume en esta reacción, eliminándolo efectivamente del medio ambiente.