Color: Ésta es una de las propiedades más notables de un compuesto. Es la forma en que el compuesto refleja o absorbe la luz y se puede describir usando nombres de colores (p. ej., rojo, azul, verde), matices (p. ej., rojo claro, azul oscuro) o matices (p. ej., naranja rojizo, azulado). verde).
Textura: La textura describe las características de la superficie de un compuesto, incluida su suavidad, rugosidad, granulosidad u otras cualidades táctiles. Se puede sentir tocando el compuesto u observar visualmente.
Forma: La forma se refiere a la forma o estructura geométrica general de un compuesto. Se puede describir utilizando términos como sólido, líquido, gas, cristal, polvo o cualquier otra forma específica como cubos, esferas, varillas, etc.
Brillo: Lustre describe cómo un compuesto refleja la luz. Se puede clasificar como metálico (brillante como el metal), opaco (sin brillo) o nacarado (que exhibe un brillo iridiscente).
Opacidad: La opacidad se refiere al grado en que un compuesto permite el paso de la luz. Puede ser transparente (permite que la luz pase claramente), translúcido (permite parcialmente el paso de la luz pero no claramente) u opaco (bloquea el paso de la luz).
Estructura cristalina: En el caso de sólidos cristalinos, la apariencia también puede incluir la descripción de la estructura cristalina. Esto se refiere a la disposición regular de átomos, moléculas o iones en una red cristalina. La estructura cristalina se puede determinar mediante diversas técnicas, como la cristalografía de rayos X.
Es importante tener en cuenta que la apariencia de un compuesto puede variar según factores como su pureza, tamaño de cristal, temperatura y otras condiciones. Por lo tanto, siempre se recomienda consultar observaciones experimentales específicas o literatura científica para describir con precisión la apariencia de un compuesto.