Las capas internas se etiquetan según su proximidad al núcleo, designándose la capa más interna como capa K, seguida de L, M, N, etc. Cada capa puede contener una cantidad específica de electrones, según los principios de la mecánica cuántica.
* K caparazón: Esta es la capa más interna y puede contener hasta 2 electrones.
* Concha L: La capa L es el segundo nivel de energía y puede acomodar hasta 8 electrones (subcapas 2s y 2p).
* M shell: La capa M es el tercer nivel de energía y puede contener hasta 18 electrones (subcapas 3s, 3p y 3d).
* N caparazón: La capa N es el cuarto nivel de energía y puede acomodar hasta 32 electrones (subcapas 4s, 4p, 4d y 4f).
Los electrones de la capa interna generalmente están más estrechamente unidos al núcleo que los electrones de la capa externa. Esto se debe a que experimentan una fuerza de atracción electrostática más fuerte desde el núcleo debido a su mayor carga positiva. Cuanto más cerca está un electrón del núcleo, menor es su energía y con más fuerza se retiene.
La disposición y el comportamiento de los electrones de la capa interna desempeñan un papel crucial en diversas propiedades y procesos atómicos. Contribuyen a la configuración electrónica general de un elemento e influyen en su comportamiento de enlace químico, tamaño atómico, energía de ionización y otras propiedades fundamentales.