La resistividad de los aisladores suele ser muy alta, oscilando entre 10 ^ 12 y 10 ^ 18 ohmios-metro. Esto significa que los aisladores son muy malos conductores de la electricidad y no permiten el flujo de corriente eléctrica fácilmente. Los aisladores se utilizan en una variedad de aplicaciones donde es importante evitar el flujo de corriente eléctrica, como en cableado eléctrico, placas de circuitos y dispositivos electrónicos.