Un sólido cristalino es un material en el que los átomos, moléculas o iones están dispuestos en un patrón regular y repetitivo. Esta disposición confiere a los sólidos cristalinos una serie de propiedades características, como un punto de fusión agudo, una forma bien definida y la capacidad de difractar la luz.
El caucho y el vidrio son sólidos amorfos. Esto significa que sus átomos, moléculas o iones no están dispuestos en un patrón regular. Esto confiere a los sólidos amorfos una serie de propiedades que son diferentes de las de los sólidos cristalinos, como la falta de un punto de fusión definido, una forma no uniforme y la incapacidad de difractar la luz.