1. ATP: Las reacciones luminosas generan moléculas de ATP (trifosfato de adenosina). El ATP transporta energía química que es esencial para que se produzcan las reacciones oscuras. Es utilizado por enzimas involucradas en la fijación de dióxido de carbono y otras reacciones metabólicas.
2. NADPH: Las reacciones luminosas producen NADPH (nicotinamida adenina dinucleótido fosfato). NADPH es un agente reductor que proporciona los electrones de alta energía necesarios para convertir el dióxido de carbono en glucosa. Actúa como donante de electrones en el ciclo de Calvin, la vía central de las reacciones oscuras.
3. Liberación de oxígeno: Las reacciones luminosas generan oxígeno como subproducto de la división de las moléculas de agua. Este oxígeno se libera a la atmósfera como producto de desecho de la fotosíntesis.
Por tanto, las reacciones oscuras que tienen lugar en las plantas dependen en gran medida de las reacciones luminosas para el suministro de ATP y NADPH, así como para la eliminación del oxígeno generado durante el proceso. Sin la energía y el poder reductor proporcionados por las reacciones luminosas, las reacciones oscuras no podrían ocurrir y el proceso de fotosíntesis estaría incompleto.