El agua que se usa en hogares, empresas e industrias a menudo se trata mediante un proceso químico para eliminar sustancias nocivas y bacterias. Una vez que el agua ha sido tratada químicamente, puede reciclarse de forma segura nuevamente en la fuente de agua. Se pueden usar varios productos químicos diferentes para tratar el agua, como el cloro, la cal y el peróxido de hidrógeno. Cada método ofrece distintas ventajas y desventajas para su uso en el tratamiento del agua.
Cloro
Según el Consejo de Calidad y Salud del Agua, antes del uso de agua potable clorada a principios de siglo, las enfermedades transmitidas por el agua tales como el cólera, la fiebre tifoidea, la disentería y la hepatitis se cobraron miles de vidas en los Estados Unidos cada año. Hoy en día, la cloración sigue siendo el método de desinfección más común para el agua potable y las piscinas públicas. La cloración no solo ayuda a prevenir la propagación de infecciones como E. coli, sino que también destruye las bacterias, las algas y el moho que pueden crecer en las paredes de los sistemas de almacenamiento de agua, y elimina los sabores y olores desagradables del agua potable. Si bien la cloración es efectiva para desinfectar el agua potable, puede ser difícil de manejar sin conocimientos y experiencia. La cloración del agua utilizada para ducharse, lavar y nadar puede resecar la piel y el cabello, puede causar irritación en los ojos y también puede desteñir las telas.
Cal
El agua dura contiene altos niveles de minerales disueltos, que pueden acumularse en tuberías de agua y sistemas internos para causar obstrucción y daños permanentes. Los ablandadores de agua hechos con cal hidratada pueden tratar la calidad del agua para mejorar el agua dura y también reducir los niveles de arsénico tóxico en el agua potable. La cal también altera el pH del agua y trabaja para destruir el ambiente requerido para el crecimiento de bacterias y virus. En algunos casos, los niveles de pH se vuelven demasiado altos con el ablandamiento de la cal. Cuando se agrega cal al agua clorada, la formación resultante de hipoclorito es un desinfectante que es inferior a otros residuos de cloro libre.
Peróxido de hidrógeno
El peróxido de hidrógeno es un agente blanqueador que puede usarse para blanquear los dientes, aclarar telas para cabello y lejía y textiles. También se puede usar para desinfectar el agua eliminando contaminantes e inhibiendo el crecimiento de agentes bacterianos. El peróxido de hidrógeno generalmente se considera seguro, no produce residuos ni gases, y puede usarse para eliminar los residuos de cloro que quedan de la cloración. La sustancia debe transportarse y manipularse con cuidado, ya que el contacto con el peróxido de hidrógeno puede causar irritación de los ojos, la piel, los pulmones y las membranas mucosas. Además, Lenntech señala que los estudios realizados por la Agencia Internacional Estadounidense para la Investigación del Cáncer indican que la exposición de alto nivel al peróxido de hidrógeno puede ser cancerígena para los animales.