El sulfuro de magnesio está compuesto de magnesio, un metal, y azufre, un no metal. Cuando un metal y un no metal reaccionan, el metal perderá electrones frente al no metal, lo que dará como resultado la formación de iones metálicos con carga positiva e iones no metálicos con carga negativa. Luego, estos iones son atraídos entre sí por fuerzas electrostáticas, formando un compuesto iónico. En el caso del sulfuro de magnesio, los átomos de magnesio pierden dos electrones cada uno, mientras que los átomos de azufre ganan dos electrones cada uno, lo que resulta en la formación de iones magnesio (Mg²⁺) e iones sulfuro (S²⁻). Luego, estos iones se atraen entre sí para formar sulfuro de magnesio (MgS), un compuesto iónico.