El flúor es el elemento más electronegativo, lo que significa que tiene la mayor tendencia a atraer electrones. Esto lo hace muy reactivo, ya que es capaz de tomar fácilmente electrones de otros átomos y formar enlaces. El carbono, por otro lado, es un elemento relativamente no reactivo. No es tan electronegativo como el flúor, por lo que es menos probable que tome electrones de otros átomos. Esto significa que es menos reactivo y no forma enlaces tan fácilmente.