1. Deshidratación inicial: A medida que los cristales de sulfato ferroso se calientan, primero se deshidratan. Las moléculas de agua presentes en la red cristalina son expulsadas, lo que da lugar a la formación de sulfato ferroso anhidro (FeSO4).
FeSO4·7H2O (sulfato ferroso heptahidratado) → FeSO4 (sulfato ferroso anhidro) + 7H2O (vapor de agua)
2. Descomposición: Tras un mayor calentamiento, el sulfato ferroso anhidro comienza a descomponerse. Esta descomposición se produce en varias etapas, cada una de las cuales libera diferentes gases y produce diversos óxidos de hierro:
a) Etapa 1: En la primera etapa, el sulfato ferroso se descompone en gases de óxido férrico (Fe2O3), dióxido de azufre (SO2) y trióxido de azufre (SO3).
2FeSO4 → Fe2O3 + SO2 + SO3
b) Etapa 2: A medida que continúa el calentamiento, el óxido férrico restante reacciona aún más con dióxido de azufre para formar óxido ferroso (FeO) y más trióxido de azufre.
Fe2O3 + 2SO2 → 2FeO + SO3
3. Productos finales: Los productos finales que se obtienen de la descomposición completa de los cristales de sulfato ferroso son:
- Óxido férrico (Fe2O3):un sólido de color marrón rojizo
- Óxido ferroso (FeO):un sólido negro
- Dióxido de azufre (SO2):un gas incoloro con un olor acre
- Trióxido de azufre (SO3):un gas incoloro que reacciona con el agua para formar ácido sulfúrico (H2SO4)
Estos productos de descomposición dependen de la temperatura y las condiciones específicas del proceso de calentamiento. En aplicaciones prácticas, la descomposición térmica del sulfato ferroso se lleva a cabo a menudo como método para producir óxidos de hierro y compuestos de azufre.