Un cambio químico es un cambio en la composición química de una sustancia. Esto significa que los átomos y moléculas que forman la sustancia se reordenan o combinan de diferente forma. Un cambio físico, por otro lado, es un cambio en las propiedades físicas de una sustancia sin cambiar su composición química. Esto significa que los átomos y moléculas de la sustancia permanecen iguales, pero su disposición o estado puede cambiar.
Por ejemplo, cuando el agua se congela, sufre un cambio físico porque sus moléculas se ralentizan y forman un sólido en lugar de un líquido. Sin embargo, la composición química del agua no cambia y puede volver a fundirse hasta convertirse en líquido sin cambiar su estructura química.
Por otro lado, cuando la madera se quema, sufre un cambio químico porque las moléculas de celulosa y lignina de la madera reaccionan con el oxígeno para formar dióxido de carbono, agua y cenizas. La composición química de la madera ha cambiado y no se puede volver a quemar sin sufrir otro cambio químico.