El principio detrás de la destilación es que diferentes sustancias tienen diferentes puntos de ebullición. El punto de ebullición de una sustancia es la temperatura a la que la sustancia se convierte de líquido a gas. Cuando se calienta una mezcla de líquidos, el líquido con el punto de ebullición más bajo se vaporizará primero. Luego, el vapor se puede condensar nuevamente en un líquido y el proceso se puede repetir para purificar aún más la sustancia.
La destilación se puede llevar a cabo utilizando una variedad de aparatos, incluidos alambiques simples, columnas de fraccionamiento y rotavapores. El tipo de aparato utilizado dependerá de la aplicación específica y del nivel de pureza deseado.
La destilación es una herramienta poderosa para purificar sustancias y se utiliza en una amplia variedad de industrias, incluidas las de alimentos, bebidas, farmacéutica y química.