En el caso del rubidio-85 concretamente, tiene un total de 37 electrones. En su estado neutro, el número de protones cargados positivamente en su núcleo está equilibrado por los 37 electrones cargados negativamente. Para convertirse en un ion con 1 carga, necesita perder un electrón, quedando con 36 electrones y 37 protones. Dado que el número de protones ahora excede el número de electrones en uno, el átomo tiene una carga neta positiva de +1, lo que lo convierte en un ion rubidio-85.
Este proceso de pérdida de un electrón suele ser el resultado de reacciones químicas o interacciones con fuentes de energía externas, como el calor o la luz, que proporcionan suficiente energía para superar la fuerza de atracción entre el electrón y el núcleo cargado positivamente.