1. Espectro antimicrobiano limitado :El nitrógeno exhibe actividad antimicrobiana contra una estrecha gama de microorganismos, principalmente bacterias. No es tan eficaz contra virus, hongos o esporas bacterianas.
2. Bajo poder germicida :La actividad antimicrobiana del nitrógeno es relativamente débil en comparación con otros desinfectantes. Es posible que se requieran concentraciones más altas o tiempos de exposición más prolongados para lograr el nivel deseado de desinfección.
3. Consideraciones de seguridad :El gas nitrógeno puede suponer riesgos para la seguridad si no se manipula correctamente. Puede provocar asfixia en espacios cerrados debido a su desplazamiento de oxígeno. Esto requiere precauciones especiales y equipo de seguridad para un uso adecuado.
4. Impacto ambiental :El gas nitrógeno, cuando se libera a la atmósfera, puede contribuir a la contaminación del aire. También puede interferir con ciertos procesos industriales y afectar la calidad del aire en espacios confinados.
5. Disponibilidad y practicidad :En comparación con otros desinfectantes como el alcohol, la lejía o los compuestos de amonio cuaternario, el nitrógeno no está disponible ni es práctico para la desinfección diaria. Estos desinfectantes de uso común son más convenientes y efectivos en la mayoría de situaciones.
6. Rentabilidad :El gas nitrógeno es relativamente más caro y requiere equipo especializado para su administración y aplicación en comparación con otros desinfectantes de uso común.
Por lo tanto, si bien el nitrógeno posee algunas propiedades antimicrobianas, su uso como desinfectante primario es limitado debido a su estrecho espectro de actividad, bajo poder germicida, problemas de seguridad, impacto ambiental y rentabilidad. Generalmente se prefieren los desinfectantes alternativos para la mayoría de las tareas de desinfección debido a su eficacia, seguridad y aplicaciones prácticas comprobadas.