El propulsor utilizado en las latas de aerosol suele ser un gas licuado, como butano, propano o nitrógeno. Estos gases se almacenan en un recipiente presurizado y se liberan cuando se abre la válvula. La presión del gas fuerza al producto líquido a subir a través de un tubo y salir de la boquilla.
Algunos productos en aerosol, como la laca para el cabello, también contienen un disolvente. Los disolventes ayudan a disolver el producto y facilitan su pulverización. Los disolventes también se evaporan rápidamente, lo que ayuda a secar el producto.
La cantidad de presión en una lata de aerosol la controla el fabricante. La cantidad de presión es importante porque determina la facilidad con la que se puede rociar el producto y la distancia que recorrerá.
Al utilizar una lata de aerosol, es importante seguir las instrucciones de la etiqueta. Algunos productos, como la laca para el cabello, deben mantenerse en posición vertical cuando se rocían. Otros productos, como el repelente de insectos, se pueden rociar desde cualquier ángulo.
También es importante evitar inhalar el propulsor. Los propulsores pueden provocar mareos y otros problemas de salud si se inhalan.
Las latas de aerosol son una forma cómoda de almacenar y utilizar muchos tipos diferentes de productos. Si sigue las instrucciones de la etiqueta, podrá utilizar las latas de aerosol de forma segura y eficaz.