Las propiedades químicas de una sustancia se pueden reconocer observando cómo reacciona la sustancia con otras sustancias. Por ejemplo, si una sustancia reacciona con el oxígeno para formar una nueva sustancia, entonces tiene la propiedad química de ser oxidable.
Por otro lado, las propiedades físicas de una sustancia se pueden reconocer observando la sustancia misma. Por ejemplo, si una sustancia es dura y quebradiza, entonces tiene la propiedad física de ser dura y quebradiza.