- Mantener el equilibrio de líquidos.
- Regular la presión arterial
- Controlar las contracciones musculares.
- Facilitar el transporte de nutrientes
- Mantener el pH de los fluidos corporales.
Algunos ejemplos de compuestos iónicos en el cuerpo humano incluyen:
- Cloruro de sodio (NaCl), que ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y la presión arterial.
- Cloruro de potasio (KCl), que ayuda a controlar las contracciones musculares.
- Fosfato de calcio (Ca3(PO4)2), que ayuda a mantener la fuerza de huesos y dientes
- Cloruro de magnesio (MgCl2), que ayuda a facilitar el transporte de nutrientes
Cuando la concentración de compuestos iónicos en el cuerpo es demasiado alta o demasiado baja, puede provocar una variedad de problemas de salud. Por ejemplo, la hiponatremia (niveles bajos de sodio) puede provocar debilidad muscular, náuseas y vómitos. La hipernatremia (niveles altos de sodio) puede causar sed, dolor de cabeza y confusión.
El cuerpo regula cuidadosamente la concentración de compuestos iónicos en la sangre y otros fluidos corporales para mantener la homeostasis. Este proceso es esencial para mantener una buena salud.