El resultado del enlace del oxígeno con el hidrógeno es la formación de agua (H2O). Cuando los átomos de hidrógeno y oxígeno entran en contacto en las condiciones adecuadas, reaccionan químicamente para formar moléculas de agua. Este proceso se conoce como combustión u oxidación. Durante la combustión, los átomos de hidrógeno pierden sus electrones frente a los átomos de oxígeno altamente electronegativos. Dos átomos de hidrógeno comparten sus electrones con un átomo de oxígeno, lo que da como resultado la formación de enlaces covalentes que mantienen unidos a los átomos. El resultado es una molécula estable de agua.
La ecuación química para la combustión de hidrógeno y oxígeno es:
2H2 + O2 → 2H2O
En esta reacción, dos moléculas de gas hidrógeno (H2) se combinan con una molécula de gas oxígeno (O2) para producir dos moléculas de agua (H2O). Esta reacción libera energía en forma de calor y luz.