Las mitocondrias son conocidas como la "central eléctrica de la célula" porque producen trifosfato de adenosina (ATP), la principal fuente de energía de la célula. El ATP se produce mediante el proceso de respiración celular, que convierte la energía química almacenada en la glucosa y otros nutrientes en energía utilizable para la célula. Las mitocondrias son esenciales para la supervivencia de las células y el funcionamiento general del organismo.