El metano es producido en el cuerpo humano por bacterias del intestino durante la digestión de los alimentos. Algunas personas también pueden experimentar una mayor producción de metano debido a ciertas afecciones médicas, como el síndrome del intestino irritable (SII) o el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado (SIBO). En estos casos, la producción excesiva de metano puede provocar síntomas como hinchazón, gases, dolor abdominal y estreñimiento.